
Incorporar un nuevo miembro a la familia siempre es motivo de alegría, pero cuando adoptas a una mascota debes tener en cuenta muchos factores, tanto de la mascota en si, como de la familia a la que quieres que se integre y del lugar al que pasará a ser su nuevo hogar.
Un gato adulto ya tiene los conocimientos básicos aprendidos y acostumbrarlo a un nuevo hogar será más sencillo. Recuerda que todos merecemos segundas oportunidades y más animales como estos, que te brindarán compañía y cariño incondicional.
Los gatos adultos que están en albergues rara vez llegaron ahí debido a que haya algo mal con ellos o su personalidad. Con frecuencia se trata de gatos amistosos, sociables que estarían encantados de ser parte de una familia.
La personalidad
Lo primero que debes buscar cuando adoptes un gato es una personalidad que se ajuste a la tuya. El personal del albergue será capaz de darte una buena idea del temperamento de un gato. Te podrán decir si la pasa bien con otros animales o está mejor solo. También te dirán si es muy apegado o más relajado. Si traes un gato nuevo a tu casa en la que ya hay gatos o perros, busca uno que ya haya vivido con otros animales. Independientemente de sus antecedentes, cualquier gato estará más feliz en un buen hogar que en un albergue.
Conózcanse
Asegúrate de pasar tiempo a solas con el gato que quieres llevar a casa. Pregunta al personal del albergue si hay algún lugar silencioso, lejos de donde están los demás gatos, donde puedas estar a solas con el gato. Estar en el albergue puede haber sido una experiencia extremadamente estresante y aterradora para el gato, así que puede tomarle algunos minutos calmarse y permitir que muestre su verdadera personalidad.
La mayoría de los albergues habrán hecho ya una revisión profunda de la salud del gato y es muy probable que se encuentre al día en sus vacunas y que ya esté esterilizado. De todos modos, dale una buena revisada para tratar de encontrar cualquier problema de salud.
Al adoptar un gato adulto, con cariño y los cuidados correctos, los gatos pueden vivir perfectamente hasta los 15 o 20 años. Normalmente, serán activos y juguetones para la mayor parte de este tiempo. Algunos pueden necesitar un poco de paciencia extra de tu parte mientras se adaptan a su nuevo hogar, pero una vez recuperan la confianza, casi todos te recompensarán con años de fiel compañerismo y amor incondicional.